PREPARADORES DE MIERDA
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A VECES SE GANA, Y A VECES SE MUERE
Te transcribo la conversación tal y como la recuerdo:
"Seven, perdona que te moleste, que no sé que me pasa, pero me cuesta mucho respirar, no sé si es ansiedad o qué. Me he tenido que bajar de la tarima porque me caía, las piernas me iban solas, no sé, estoy acojonada. Me han dado un Gatorade, y dos sobres de sal, pero estoy cada vez peor..." .
Y eso fue todo. No se escuchó ningún golpe, ni hubo ningún silencio dramático. Simplemente se colgó, punto.
Aproveché el momento para abandonar aquella batalla campal, y salir a una especie de terraza con una pequeña repisa donde apoyar el culo y poder hablar por teléfono.
La llamé tantas veces seguidas que el móvil empezó a calentarme la oreja y tuve que ponerme el manos libres.
Sinceramente, no tengo la suerte de saber transmitir emociones, pero eso no quiere decir que no las sienta. En ese momento tenía los huevos de corbata, y eso que soy de los que nunca la usan aunque lleven traje.
Yo no sabía a quién llamar.
Ella era una atleta a la que conocía, por respeto a su intimidad, la llamaremos Laura.
En ese momento yo estaba asesorando a su novio o ex-novio (iban cambiando dependiendo de la semana) al que llamaremos Rubén.
Y aunque no trabajaba en la preparación de Laura, sí tenía algunos detalles porque no pasaba una semana sin que Rubén me llamara, no para hablarme de él, sino de alguna burrada que el preparador de Laura le había propuesto.
LANZA UNA MONEDA AL AIRE
Al final, aunque con mucho esfuerzo tanto por mi parte como por la de Rubén, Laura había acabado por entrar en razón, aunque fuera a medias. Seguiría preparándose con aquel deficiente mental, pero al menos habríamos conseguido marcar algunos límites.
Por eso, en lugar de seguir acribillando como un autómata el teléfono de Laura, decidí llamar directamente a Rubén, por si tenía suerte y sabía algo.
Y como casi siempre pasa cuando casi todo sale mal, sí que hubo algo de suerte y no solo me lo cogió al primer tono, sino que además estaba con ella.
Después de tranquilizarle dentro de lo posible, le dije que se concentrara en recordar toda la preparación que había seguido Laura, en especial sus puestas a punto, tanto esta última como la de la semana anterior y tratara de contestar a todas mis preguntas de forma sencilla, con las mínimas palabras, y si era posible, incluso, con un simple SÍ o NO.
Momentos antes había podido hablar con el enfermero de la ambulancia, al que todo le parecía muy raro, y casi apostaba por un ictus dentro de la deshidratación que por una deshidratación severa.
¿Qué coño podía estar pasando para que lo que parecía un simple desvanecimiento fruto de la deshidratación, estuviera causándonos tanta histeria?.
SI CAMINA COMO UN GATO Y MAULLA COMO UN GATO, POSIBLEMENTE ES POR QUE SEA UN PERRO
Rubén, fué contándome toda la preparación. Me lanzaba tanta información y tan rápido como era capaz sin desencajarse la mandíbula.
Y entonces...llegó ese momento, perdón, MOMENTO. Es lo que se siente cuando das con la llave que abre la cerradura tras 200 intentos, cuando mueves los dedos de la forma exacta en que el sujetador se desabrocha o metes un triple desde el otro campo.
Y entonces recordé al enfermero (bendito sea) diciendo que no iban a estabilizarla con un suero intravenoso hasta llegar al hospital.
"Rubén, diles QUÉ NO SE LO PONGAN, al llegar al hospital que no le pongan más suero o sin querer, la MATARÁN"
Al final, como en un caso propio del Dr. House, encontramos la solución. No estaba sufriendo hiponatremia, sino hiperkalemia...vamos: se había estado envenenando con Potassion y Aldactone durante semanas, y ese exceso de potasio le estaba acercando a un colapso.
¿POR QUÉ LA MAYORÍA DE PREPARADORES QUE CONOCES SON UNOS INÚTILES?
Porque se creen capaces de manejar substancias de las que no pueden ni recordar su nombre.
Porque te cobran por conocimientos que no tienen, por resolver problemas que ni saben que existen, por repetir contigo la misma mierda que sus preparadores usaron con ellos quienes a su vez copian lo que sus preparadores les transmitieron como un virus.
Porque no les confiarías tus ahorros para que los invirtieran si dijeran ser expertos en finanzas, ni a tus hijos si se anunciaran como profesores de matemáticas pero en cambio sí les cedes TU VIDA, y sin pestañear.
¿Por qué coño pasa esto?. Porque no es cierto que haya 10000 preparadores capaces de realizar asesoramientos en química, la cifra real se queda más bien en unos 10, sin añadir ningún cero más.
Y para contratarnos, primero has de conocernos, porque ninguno tenemos la necesidad de publicitarnos para buscar clientes, al contrario.
Pero es que aunque nos conozcas, es posible que no podamos atenderte porque no podemos llevar a tantos atletas. Suena prepotente, pero qué va, al contrario...te lo digo con total humildad: PERSONALMENTE NO PUEDO ASESORAR A MÁS GENTE.
Y aunque cualquiera de nosotros pudiéramos, créeme, no somos baratos.
Porque el trabajo que hacemos lo vale, lo puedas pagar o no.
Por eso, lo que vas a acabar haciendo es contratar a cualquier inútil que entre en tu radar y presupuesto
¿A qué inútil le vas a confiar tu vida este mes?. Tienes más opciones que nunca:
a) Al que se cree un mesías de la química y habla de ciencia, cuando no pasa una semana sin que dé un "consejo" que mande al hospital (con suerte) a alguien?
b) Al que es capaz de preparar a 400 personas, atendiéndote de forma personalizada en su mundo con días que duran 72 horas y donde nunca duermen.
c) Al "jinete" que ha sacado a competir a gente como quien tiene un caballo de carreras al que exhibir para hacerse publicidad y muerto el caballo, cambiar de montura.
Las posibilidades de encontrarse con un preparador de mierda son increíblemente alta.
Si eres atleta, pues te deseo buena suerte, y te juro por mi familia que lo digo de corazón.
Si eres preparador, pues tienes pocas opciones para formarte y no acabar siendo un preparador de mierda.
Pero tampoco nos pongamos dramáticos:
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